La mejor solución es usar una protección adecuada y evitar la exposición en las horas con un sol más intenso (mediodía). La protección al sol la dan los compuestos fotoprotectores, que se encuentran en las cremas solares, y que son capaces de atrapar los rayos de sol más nocivos (UV-A y UV-B sobretodo) y transformarlos en calor. También es muy importante protegerse con crema cada cierto tiempo, ya que las cremas se degradan con el tiempo y otros factores (sudor, agua), hacen que pierdan eficacia con más rapidez.
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