Perfil

Generalmente paso mucho tiempo en el laboratorio (así es la vida del doctorando, ¡pero sólo son cuatro años!), algo con lo que había soñado desde que terminé 4º de ESO. En una excursión nos llevaron a unos laboratorios de Murcia donde diseñaban prótesis construidas a partir de la seda que sintetizan los gusanos de seda para evitar los rechazos que muchos materiales sintéticos ocasionan, y esa idea me pareció tan original que enseguida despertó en mí la curiosidad que la ciencia provoca en todos aquellos que deciden dedicarse a ella. Ilusionada y muuuuy inocente pregunté qué tenía que hacer para trabajar allí, y así fue como decidí ser científica y dedicarme a la investigación.

Cuando no estoy en el laboratorio, lo que más me gusta hacer es leer, puedo terminar hasta 3 libros por semana si encuentro una colección que me enganche. También bailo ritmos latinos y disfruto muchísimo andando por las mil rutas que Granada ofrece, aunque he de admitir que de una u otra forma siempre acabo en el suelo.

Lo que hacemos en mi equipo es intentar descifrar cómo se inicia el lupus. Nos dedicamos a esto principalmente porque cuando no se sabe qué causa una enfermedad, no puede erradicarse de raíz, solo mejorar el dolor de quien la padece con antiinflamatorios o analgésicos que solo hacen la función de una tirita, pero no curan al enfermo.

Para encontrar esta causa, trabajamos investigando el papel específico, el cual parece aparecer expresado de una forma concreta en los enfermos de lupus, y de una muy diferente en los individuos que no la padecen ni llegan a padecerla nunca. Una de las funciones que este gen tiene es la regulación de tooooda nuestra respuesta inmunitaria (en los linfocitos B, más concretamente, esos que luego acaban transformándose en las células encargadas de secretar anticuerpos) y esta, a su vez, puede determinar la composición de bacterias que hay en nuestro intestino. ¿Suena enrevesado, verdad? Pues estamos intentando desatar ese nudo.

Por la naturaleza de nuestra investigación, en mi equipo trabajamos con ratones. Los días que tenemos animalario, generalmente nos dedicamos a revisar el estado de los ratones (¡su bienestar es prácticamente más importante que el nuestro!) y, en caso de que toque, les damos tratamiento. Los días de sacrificio son días largos, ya que los órganos que extraemos tienen que ser procesados hasta obtener una disolución de todas las células que los componen, pues que ellas serán realmente las que nos den la información que necesitamos.

Tras estos días suelen venir varios días de análisis de resultados. La carrera científica no es para nada como aparece en las películas: al final no pasas tanto tiempo con las pipetas como te gustaría, sino que te haces todo un experto en hacer gráficas, análisis estadísticos y en entender los resultados de cada técnica. Esta es una parte sumamente importante, ya que un experimento sin unos resultados claros o bien organizados es un experimento inútil. Bueno, y porque si quieres hacer más experimentos, necesitas el visto bueno de tu jefe y para eso tienes que tener unos resultados bien ordenados para enseñarle.

A menudo me he planteado crear una cuenta de instagram donde compartir los avances de mi investigación, o hallazgos que encuentro gracias a lo fascinante del trabajo con ratones. Sin embargo, creo que esta iniciativa se acabaría diluyendo entre las tantísimas cuentas de las que disponemos hoy en día en esta plataforma.

Por ello, mi alternativa sería la creación de una página web (para lo cual necesitaría hacer una inversión, ya que mis conocimientos de informática se limitan al análisis de datos de los experimentos que hago) donde incluir post informativos pero, más que nada, lo que supone la realidad de la carrera científica. En ella, me encantaría habilitar una zona donde los lectores pudieran hacer preguntas sobre cada foto o gráfica que adjuntara, incluso modificar (previa revisión) parte de los post. En mi cabeza, una plataforma como esta permitiría una mejor comprensión de la ciencia por parte de las personas que no se dedican a ella, lo cual podría, en última instancia, favorecer la participación ciudadana en la labor científica.

También me gustaría hacer una serie de charlas por los institutos/universidades que motivara la participación de los estudiantes en «un día en el laboratorio», donde pudieran participar del procesado de muestras, tinción de células, análisis por microscopía y una larga lista de técnicas que se ofertarían en uno o varios centros. Sin embargo, el gasto de reactivos y muestras que esto conllevaría es elevado.